SpaceX no logra recuperar propulsor en vuelo de prueba de Starship

El martes, SpaceX llevó a cabo el sexto vuelo de prueba de su megacohete Starship en Boca Chica, Texas, con la presencia del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien fue testigo del despegue junto a Elon Musk. Aunque el vuelo fue un avance para la compañía, el intento de recuperar la primera sección propulsora del cohete no tuvo éxito. A diferencia del mes pasado, cuando la recuperación se logró con los brazos tipo “palillos”, el propulsor Super Heavy aterrizó en el Golfo de México debido a criterios técnicos no cumplidos.

Este lanzamiento se produce en el marco de la ambición de Musk de hacer de la humanidad una especie multiplanetaria. La NASA también tiene planes para utilizar una versión de Starship en su programa Artemis para llevar astronautas a la Luna. A pesar del contratiempo con la recuperación, el vuelo fue considerado un éxito al lograr probar hitos importantes, como el encendido de los motores Raptor en el espacio y nuevos materiales de protección térmica.

La visita de Trump a la base de SpaceX refuerza la creciente relación entre el magnate republicano y Musk, un vínculo que ha generado controversia debido a los contratos de SpaceX con la NASA y el Pentágono. Además, el vuelo fue un recordatorio de los desafíos regulatorios que enfrenta la empresa, que ha criticado las demoras por cuestiones como revisiones ambientales.

SpaceX ya tiene en mente el próximo lanzamiento con su versión Starship V3, que se espera sea aún más potente, manteniendo el foco en su misión a largo plazo de colonizar Marte.

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